Y justo cuando la oruga pensó que era su final, se transformó en mariposa

jueves, 30 de diciembre de 2010

Buscando en el baúl de los recuerdos


Se ha cruzado en mi camino esta Navidad este recuerdo de cuando yo era pequeña: La familia Telerín, programa de televisión española que se encargaba de anunciar el final de la programación infantil y el comienzo de la programación adulta, en la que aparecían los rombos.
Fue creado en 1964 y aunque en casa aún no teníamos televisión, sí la veíamos,en las noches de verano, cuando la vecina ponía la suya mirando para la calle y las críos y crías del barrio nos embobábamos viendo ese aparato, por entonces mágico que era la tele. Terminados los juegos, las madres nos preparaban un bocadillo de lo que hubiera en casa y a ver la tele.
Si, es cierto, era verano y como no había que madrugar y las pelis no tenían el contenido de violencia y sexo que tienen ahora, pues las veíamos, mientras nuestras madres y padres sentados cerca "arreglaban el mundo" que por aquel entones poco arreglo tenía.
Fueron los hermanos Santiago y José Luis Moro los creadores de este programa del que disfrutaron varias generaciones.
La familia Telerín estaba compuesta por: Cleo, Teté, Maripí, Pelusín, Colitas y Cuquín. La hora de emisión era las ocho y media en invierno y las nueve en verano.
(Gracias Geles por traerme este recuerdo)

jueves, 23 de diciembre de 2010

El barrio de los artistas. Homenaje al optimismo


No sé si el título de este cuento hace gala al contenido, por eso he añadido "homenaje al optimismo". Ayer en la comida del trabajo, hablábamos del optimismo, de la necesidad del él para que la vida sea más sencilla, más agradable. Ser positivo, ser optimista es la mitad de la felicidad, hace que esos momentos felices de los que otras veces he hablado se multipliquen.

Cuento: Miki era un chico alegre, optimista y simpático. Nadie recordaba haberle visto enfadar, y daba igual lo que le dijeran, parecía incapaz de insultar a nadie. Hasta sus maestros se admiraban de su buena disposición para todo, y era tan extraño que incluso se corrió el rumor de que era debido a un secreto especial; y bastó que fuera secreto para que nadie pensara en otra cosa. Tanto preguntaban al pobre Miki, que una tarde invitó a merendar a don José Antonio, su profesor favorito. Al terminar, le animó a ver su habitación, y al abrir la puerta, el maestro quedó como paralizado, al tiempo que una gran sonrisa se dibujaba en su rostro.

¡La enorme pared del fondo era un único collage de miles de colores y formas que inundaba toda la habitación!. Era el decorado más bonito que había visto nunca.

- Algunos en el cole creen que yo nunca pienso mal de nadie -comenzó a explicar Miki-, ni que nada me molesta o que nunca quiera insultar a nadie, pero es mentira. A mí me pasa como a todo el mundo. Y antes me enfadaba mucho más que ningún niño. Sin embargo, hace años con ayuda de mis padres comencé un pequeño collage especial: en él podía utilizar todo tipo de materiales y colores, siempre que con cada pequeña pieza pudiera añadir algún mal pensamiento o acción que hubiera sabido contener.

Era verdad. El maestro se acerdó y en cada una de las pequeñas piezas se podía leer en letras finísimas "tonto", "bruto", "pesado", "aburrido" y otras mil cosas negativas.

- Así que comencé a convertir todos mis malos momentos en una oportunidad de ampliar mi collage. Ahora estoy tan entusiasmado con él, que cada vez que alguien me provoca un enfado no dejo de alegrarme por tener una nueva pieza para mi dibujo.

De muchas cosas más hablaron aquel día, pero lo que el buen maestro no olvidó nunca fue cómo un simple niño le había mostrado que el secreto de un carácter alegre y optimista está en convertir los malos momentos en una oportunidad de sonreir. Sin decírselo a nadie, aquel mismo día comenzó su propio collage, y tanto recomendó aquel secreto a sus alumnos, que años después llamaron a aquel barrio de la ciudad, "El barrio de los artistas" porque cada casa contenía las magníficas obras de arte de aquellos niños optimistas.


Autor.. Pedro Pablo Sacristan
Dejo este enlace que puede ayudar a aquellos que les cuesta ver el vaso medio lleno. ¡Ojo! prepara palomitas porque es de larga duración.

lunes, 20 de diciembre de 2010

Pequeñas cosas que te hacen muy feliz


Hay días iluminados por pequeñas cosas, por nimiedades que te hacen increíblemente feliz: una sobremesa con risas, un juguete de la infancia que aparece en la estantería de un anticuario, una mano que aprieta la tuya, una llamada que no esperabas, unas palabras dulces, tu hijo que te abraza sin pedir otra cosa que un momento de amor... Hay días iluminados por pequeños momentos de gracia, un aroma que te alegra el alma, un rayo de sol que entra por la ventana, el ruido de un chaparrón cuando estás todavía en la cama, las aceras nevadas o la llegada de la primavera y sus primeros brotes. Hay días hechos de nimiedades, días de los que uno se acuerda mucho tiempo sin que pueda verdaderamente saber por qué. (Marc Levy)

He encontrado estas reflexiones de Marc Levy y me han emocionado porque es cierto, estamos tan involucrados en ver los problemas del día a día que no nos percatamos de esos momentos felices que sin buscarlos llegan. Sólo hay que estar "vivo " y darse cuenta para disfrutarlos, dejas que te envuelvan y se aprovechen de tí.

El árbol de los problemas


El carpintero que había contratado para ayudarme a reparar una vieja granja acababa de finalizar un duro primer día de trabajo. Su cortadora eléctrica se dañó y lo hizo perder una hora de trabajo y ahora su antiguo camión se negaba a arrancar.

Mientras lo llevaba a casa, se sentó en silencio. Una vez que llegamos, me invitó a conocer a su familia. Mientras nos dirigíamos a la puerta, se detuvo brevemente frente a un pequeño árbol, tocando las puntas de las ramas con ambas manos.

Cuando se abrió la puerta, ocurrió una sorprendente transformación: Su bronceada cara estaba plena de sonrisas. Abrazó a sus dos pequños hijos y le dio un beso a su esposa.

Posteriormente me acompañó hasta el carro. Cuando pasamos cerca del árbol, sentí curiosidad y le pregunté acerca de lo que había visto un rato antes.

“Oh, ese es mi árbol de problemas“, contestó. “Sé que no puedo evitar tener problemas en el trabajo, pero una cosa es segura: los problemas no pertenecen a la casa, ni a mi esposa, ni a mis hijos. Así que simplemente los cuelgo en el árbol cada noche cuando llego a casa. Luego en la mañana los recojo otra vez“.

“Lo divertido es“, agregó sonriendo, “que cuando salgo en la mañana a recogerlos, no hay tantos como los que recuerdo haber colgado la noche anterior“. Jorge Bucay



Hoy he aprendido ...
...que lo que verdaderamente cuenta en la vida no son las cosas que tenga alrededor, sino las personas.
...que lo más importante no es lo que me sucede, sino lo que hago al respecto.

sábado, 18 de diciembre de 2010

La Navidad


Casi es Navidad, falta una semana. Son éstas unas fiestas entrañables por lo que tienen de sentido religioso y por el reencuentro familiar al pie de un nacimiento o árbol de navidad.
Una cosa que no me gusta es que empiezan a anunciártela un mes antes con lo que pierde un poco de sabor por saturación. Otra cosa que no me gusta es el adorno de algunos balcones que más que navideño parece anuncio de un casa de citas y no digamos del pobre papá noel que permanece casi dos meses colgado del balcón haciendo como que entra pero sin conseguirlo, llueve, truene, salga el sol...¡Qué pena me da! Supongo que pretendemos copiar a los americanos, pero más a lo cutre, con esas casas todas iluminadas que creo llegan a deslumbrar incluso a los aviones, los jardines llenos de renos, luces y más luces.
Pero en fin, quitando el cutrerío del que disfrutan algunos de nuestros vecinos (que perdonen aquellos a los que les gusta), la navidad es encantadora.
Para mi, empieza el día 22 DE DICIEMBRE, con la voz cantarina de los niños de San Indelfonso. Aunque ese día todavía estamos trabajando, tenemos alguna que otra radio oyendo el sorteo, con la ilusión de escuchar alguno de los tantísimos números que cada año jugamos, dándole al día un toque de ilusiòn, fantasía y magia. Ese día es el que doy vacaciones, pongo el árbol y un maravilloso nacimiento, ¡ahora sí es navidad!
A lo largo de la misma, comidas y cenas con familia y amigos, villancicos de música de fondo y descanso, procurando sacar tiempo para realizar esa lista de cosas que siempre tenemos pendientes para vacaciones.
Escribimos la carta a sus majestades los 3 Magos de Oriente. Sí, es algo a lo que no renunciamos, aunque seamos mayores, carta con un toque de humor que hace que pasemos un rato entrañables el día de Reyes por la mañana cuando nos levantamos.
El primero que se despierta hace un poco más ruido que de costumbre para que los demás vayamos abandonando poco a poco los brazos de Morfeo y antes del desayuno...los regalos. ¡Que buen rato!
¡Feliz Navidad a todos!


domingo, 12 de diciembre de 2010

Maestra, ¿qué es el amor?


Uno de los niños de la clase preguntó:

Maestra… ¿qué es el amor?
La maestra sintió que la criatura merecía una respuesta que estuviese a la altura de la pregunta inteligente que había formulado. Como ya estaban en la hora del recreo, pidió a sus alumnos que dieran una vuelta por el patio de la escuela y trajeran cosas que invitaran a amar o que despertaran en ellos ese sentimiento. Los pequeños salieron apresurados y, cuando volvieron, la maestra les dijo:
Quiero que cada uno muestre lo que ha encontrado.
El primer alumno respondió:
Yo traje esta flor… ¿no es bonita?
A continuación, otro alumno dijo:

- Yo traje este pichón de pajarito que encontré en un nido… ¿no es gracioso?

Y así los chicos, uno a uno, fueron mostrando a los demás lo que habían recogido en el patio.

Cuando terminaron, la maestra advirtió que una de las niñas no había traído nada y que había permanecido en silencio mientras sus compañeros hablaban. Se sentía avergonzada por no tener nada que enseñar.

La maestra se dirigió a ella:

  • Muy bien, ¿y tú?, ¿no has encontrado nada que puedas amar?

La criatura, tímidamente, respondió:

- Lo siento, seño. Vi la flor y sentí su perfume, pensé en arrancarla pero preferí dejarla para que diese aroma durante más tiempo. Vi también mariposas suaves, llenas de color, pero parecían tan felices que no intenté coger ninguna. Vi también al pichoncito en su nido, pero…, al subir al árbol, noté la mirada triste de su madre y preferí dejarlo allí…

Así que traigo conmigo el perfume de la flor, la libertad de las mariposas y la gratitud que observé en los ojos de la madre del pajarito. ¿Cómo puedo enseñaros lo que he traído?

La maestra le dio las gracias a la alumna y emocionada le dijo que había sido la única en advertir que lo que amamos no es un trofeo y que al amor lo llevamos en el corazón.

Y qué es el amor sino un sentimiento afectivo que se experimenta hacia una persona, animal o cosa, de desearle el bien. Ya decía Gottfried leibniz que amar es encontrar en la felicidad de otro tu propia felicidad



Mario Vargas LLosa, gran escritor y hombre grande.



Dejo aquí dos retales del discurso que el recién estrenado Premio Novel de Literatura dijo en Estocolmo en la entrega de premios el pasado 7 de diciembre. Leyéndolo, más parece una de sus novelas que un discurso propiamente dicho, es de una sencillez y de una categoría que sorprende.
Su amor por la literatura nos ha premiado con su obra, con la posibilidad de poder disfrutarla.
"...La lectura convertía el sueño en vida y la vida en sueño y ponía al alcance del pedacito de hombre que era yo el universo de la literatura. Mi madre me contó que las primeras cosas que escribí fueron continuaciones de las historias que leía pues me apenaba que se terminaran o quería enmendarles el final. Y acaso sea eso lo que me he pasado la vida haciendo sin saberlo: prolongando en el tiempo, mientras crecía, maduraba y envejecía, las historias que llenaron mi infancia de exaltación y de aventuras..."
"...La literatura es una representación falaz de la vida que, sin embargo, nos ayuda a
entenderla mejor, a orientarnos por el laberinto en el que nacimos, transcurrimos y
morimos. Ella nos desagravia de los reveses y frustraciones que nos inflige la vida
verdadera y gracias a ella desciframos, al menos parcialmente, el jeroglífico que suele
ser la existencia para la gran mayoría de los seres humanos, principalmente aquellos que
alentamos más dudas que certezas, y confesamos nuestra perplejidad ante temas como
la trascendencia, el destino individual y colectivo, el alma, el sentido o el sinsentido de
la historia, el más acá y el más allá del conocimiento racional..."
Discurso íntegro.

Es este el final del discurso cuando elogia entre sollozos el valor que su mujer ha tenido y tiene en su vida.


sábado, 11 de diciembre de 2010

Mi caja de besitos



Un día, un hombre castigó a su hija de tres años por desperdiciar un rollo de papel dorado para envolver regalo. El dinero escaseaba en esos días, motivo por el cual estalló en una furia incontenible; cuando vio a la niña tratando de envolver una caja para ponerla debajo del árbol de Navidad.

A la mañana siguiente la niña le dijo a su padre:"Esto es para ti papaito".

Él se sintió avergonzado de su anterior reacción. Pero volvió a explotar cuando al abrir la caja, se dio cuenta que estaba vacíay le gritó: ¿Es que no sabes que cuando le das un regalo a alguien, debe tener algo dentro?.

La pequeña con lágrimas en los ojos contestó:
¡No papaito, no esta vacía ya que yo soplé muchísimos besos dentro de la caja, todos para ti!.

El padre se sintió morir, puso sus brazos alrededor de su niña y le suplicó que lo perdonara.

Según se dice, ese hombre guardó la caja dorada durante muchos años, cerca de su cama y siempre que se sentía derrumbado o deprimido, tomaba de la caja un beso y recordaba el amor que su niña había puesto ahí.

Sí siembras una ilusión
Y la riegas con tu amor
Y el agua de la constancia
Brotará en ti una flor
Y su aroma y su calor
Te arroparán cuando algo vaya mal...

jueves, 9 de diciembre de 2010

El llanto de la luna


Caminaba de noche por la calle cuando miro al cielo y veo a la luna. Qué maravillosa visión, le faltaba un hada colgando de un extremo o tal vez estuviera pero yo no era capaz de verla.
Para mí la luna es mágica, como el agua, como el fuego. Puedo estar mirando las olas del mar, en su ir y venir, puedo estar observando el crepitar del fuego viendo como suben las llamas buscando el cielo o tal vez a la propia luna. Pero aún me fascina más mirar a la luna.
Es posible que pequeños seres diminutos vivan en ella y le hagan compañía, para que así no esté tan sola. A la lejos en lo alto del cielo, posiblemente esperando a su gran amor, el sol, condenados de por vida a no verse, a no tocarse por un capricho de la creación.
Dejo un fragmento de este bonito cuento, que podéis leer entero pinchando en el enlace. De regalo la canción de mecano "Hijo de la luna" de Mecano, pero
¡oh sorpresa! cantada en francés, para mí, maravillosa.

...Y así, noche tras noche, la Luna lloraba; lágrimas de plata caían del cielo a la tierra sin que nadie lo advirtiera y aquello desconsolaba más a la Luna, pues pensaba que en verdad los hombres la habían olvidado y jamás volverían su rostro hacia ella buscando consejo.
Así, los días o, mejor dicho, las noches se sucedieron sin que nadie viniera a hacer compañía a la Luna que vagaba, solitaria, por el cielo silencioso... (Todo)

jueves, 2 de diciembre de 2010

De Durero a...

En Murcia va a tener lugar una exposición en el Palacio del Almudí (Obra social La Caixa) desde el 1 de diciembre hasta el 16 de marzo, para disfrute de los amantes del arte, titulada "DE DURERO A MORANDI". Hay una hermosa historia con referencia a un cuadro de Durero, llamado "Las manos orantes" que paso a contar:
Durante el siglo XV, en una pequeña aldea cercana a Nuremberg, vivía una familia con 18 niños.
Para poder poner pan en la mesa para tal prole, el padre, y jefe de la familia, trabajaba casi 18 horas diarias en las minas de oro, y en cualquier otra cosa que se presentara.
A pesar de las condiciones tan pobres en que vivían, dos de los hijos de Albrecht Durer tenían un sueño. Ambos querían desarrollar su talento para el arte, pero bien sabían que su padre jamás podría enviar a ninguno de ellos a estudiar a la Academia.

Después de muchas noches de conversaciones calladas entre los dos, llegaron a un acuerdo. Lanzarían al aire una moneda. El perdedor trabajaría en las minas para pagar los estudios al que ganara. Al terminar sus estudios, el ganador pagaría entonces los estudios al que quedara en casa, con las ventas de sus obras, o como fuera necesario.
Y lanzaron al aire la moneda un domingo al salir de la Iglesia. Albretch Durer ganó y se fue a estudiar a Nuremberg. Albert comenzó entonces el peligroso trabajo en las minas, donde permaneció por los próximos cuatro años para sufragar los estudios de su hermano, que desde el primer momento fue toda una sensación en la Academia.
Los grabados de Albretch, sus tallados y sus óleos llegaron a ser mucho mejores que los de muchos de sus profesores, y para el momento de su graduación, ya había comenzado a ganar considerables sumas con las ventas de su arte.

Cuando el joven artista regresó a su aldea, la familia Durer se reunió para una cena festiva en su honor. Al finalizar la memorable velada, Albretch se puso de pie en su lugar de honor en la mesa, y propuso un brindis por su hermano querido, que tanto se había sacrificado para hacer sus estudios una realidad.
Sus palabras finales fueron: "Y ahora, Albert hermano mío, es tu turno. Ahora puedes ir tú a Nuremberg a perseguir tus sueños, que yo me haré cargo de ti".

Todos los ojos se volvieron llenos de expectativa hacia el rincón de la mesa que ocupaba Albert, quien tenía el rostro empapado en lágrimas, y movía de lado a lado la cabeza mientras murmuraba una y otra vez: "No... no... no...".
Finalmente, Albert se puso de pie y secó sus lágrimas. Miró por un momento a cada uno de aquellos seres queridos y se dirigió luego a su hermano, y poniendo su mano en la mejilla de aquel le dijo suavemente: "No, hermano, no puedo ir a Nuremberg. Es muy tarde para mí. Mira lo que cuatro años de trabajo en las minas han hecho a mis manos. Cada hueso de mis manos se ha roto al menos una vez, y últimamente la artritis en mi mano derecha ha avanzado tanto que hasta me costó trabajo levantar la copa durante tu brindis... mucho menos podría trabajar con delicadas líneas el compás o el pergamino y no podría manejar la pluma ni el pincel. No, hermano... para mí ya es tarde".
Un día, para rendir homenaje al sacrificio de su hermano Albert, Albretch Durer dibujó las manos maltratadas de su hermano, con las palmas unidas y los dedos apuntando al cielo. Llamó a esta poderosa obra simplemente "Manos", pero el mundo entero abrió de inmediato su corazón a su obra de arte y se le cambió el nombre a la obra por el de "Manos que oran".
Más de 450 años han pasado desde ese día.
La próxima vez que veamos una copia de esa creación,hay que recordar que nadie, nunca, triunfa solo.

miércoles, 1 de diciembre de 2010

Queridos Reyes Magos



Relato a continuación la carta que escribió un niño a los Reyes Magos.
Queridos Reyes Magos, este año os pido algo muy especial para mí, convertirme en un televisor, quisiera ocupar su lugar. Quisiera vivir lo que vive la tele de mi casa.
Es decir, tener un cuarto especial para mi y reunir a todos los miembros de mi familia a mi alrededor.
Ser tomado en serio cuando hablo. Convertirme en el centro de atención al que todos quieran escuchar sin interrumpir ni cuestionarle. Quisiera sentir el cuidado especial que recibe la tele cuando algo no funciona...
Y tener la compañía de mi Papá cuando llega a casa, aunque este cansado del trabajo. Y que mi Mamá me busque cuando este sola y aburrida, en lugar de ignorarme. Y que mis hermanos se peleen por estar conmigo...
Y que pueda divertirlos a todos, aunque a veces no les diga nada. Quisiera vivir la sensación de que lo dejen todo por pasar unos momentos a mi lado.
No os pido mucho. Sólo vivir lo que vive cualquier televisor...
¿Es esta la situación de algunos de nosotros?Si es importante el diálogo en las relaciones interpersonales, lo es aún más la comunicación en la familia y esta comunicación debe estar guiada por los sentimientos nostros los padres somos los responsables de la información que transmitimos. Los hijos son nuestros, no de la sociedad. ¿Porqué delegamos tanto en ella?